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Adicciones sin sustancias: TRASTORNO POR VIDEOJUEGOS

Actualizado: 3 may 2019

La OMS reconoce el trastorno por videojuegos como un problema de salud pública

Los videojuegos, y en especial los de multijugador online, ocupan gran parte de la vida de los niños y adolescentes. Pero puede llegar el momento en que dejan de ser una simple actividad de ocio para convertirse en un serio problema de adicción y aislamiento.

Actualmente, la edad media de inicio al mundo de Internet se establece en 7 años. Los niños empiezan a necesitar sentirse parte de un grupo social cuando son un poco más mayorcitos. Por ello, pasan más tiempo conectados en redes sociales tratando de interactuar con sus amigos o seguidores que, comiendo, durmiendo o estudiando, por ejemplo.

Desde díde, queremos que vosotros, madres y padres, tengáis conocimiento de los últimos datos de uso de redes sociales en los niños y adolescentes.

El uso de las redes sociales en niños y adolescentes

El uso de las redes sociales en los niños y adolescentes se ha incrementado exponencialmente en los últimos años gracias al desarrollo de nuevas plataformas sociales y a las nuevas funcionalidades de las redes ya existentes.

Los más pequeños navegan por redes sociales con la finalidad de chatear/enviar mensajes a sus compañeros, amigos o seguidores, y visualizar fotografías y videos para curiosear o entretenerse. Todo vale para hacer amigos, y por eso, en muchas ocasiones, descuidan lo más preciado: su intimidad.

Acerca de la información sensible de los menores, cabe mencionar que en torno al 45% configura su perfil en redes sociales como privado, el 30% limita el acceso de sus seguidores a su información personal, y cerca del 25% lo establece en modo público.

Entre ellos, cerca del 30% hace visible el nombre de su escuela y cuanto más mayores son, más datos aportan todavía. Por otra parte, el 90% de los más jóvenes comparte su número de teléfono y un 10% su el nombre de su ciudad.

Pero eso no es todo. Un alto porcentaje de los niños y adolescentes exhiben su propio rostro como imagen de perfil, su nombre y apellidos. Cuanto más pequeños, más reticentes son a mostrar este tipo de información.

¿Sabes cuáles son las redes sociales más utilizadas por los niños y adolescentes?

La respuesta es WhatsApp, Instagram, Snapchat, Facebook y YouTube. Para aquellos padres que desconozcan Snapchat, decir que es una aplicación móvil de mensajería instantánea en la que las fotos y videos pueden ser visualizados durante 10 segundos y luego, desaparecen. En cambio, Instagram añade las funciones de Snapchat con la particularidad de que cada usuario tiene un espacio reservado para publicar en su propio muro.

En la era «mobile», el smartphone, es el dispositivo por excelencia para el uso de redes sociales en los niños y adolescentes puesto que muchas de las funcionalidades de dichas plataformas están destinadas para el dispositivo móvil. La portabilidad de tales dispositivos ha favorecido al aumento de la frecuencia de navegación en redes sociales entre los más pequeños, también por sus necesidades de aceptación social.

En la actualidad, los menores destinan, diariamente, más de 3 horas de su vida a realizar cualquier acción en sus perfiles sociales. Además, la frecuencia de conexión de una cuarta parte de ellos, es de más de 10 veces al día (muy superior en redes sociales como WhatsApp).

El 50% de los más jóvenes se limita a ejercer el papel de observador en sus perfiles sociales. Sin embargo, el 40% participa de manera activa a través de mensajes, fotos o vídeos. El dato más alarmante, en cuanto a tipo de contenido publicado, es el 20% menores que han publicado contenido propio de carácter íntimo. Además, un 10% ha difundido dicho contenido de terceras personas.

Si tuviésemos en cuenta el tiempo de conexión a cualquier dispositivo electrónico en niños y adolescentes sería superior a 5 horas y media por día.

El riesgo con los videojuegos on line es que tienen un “potencial adictivo” porque existe la posibilidad de jugar en casa, con un acceso fácil las 24 horas del día, explica la responsable de Bellvitge. Se está empezando a abordar como un problema de salud pública. En este sentido, ya existe la categoría de trastorno por juego vinculado a internet ( Internet Gaming Disorder ).


Perfil con trastornos asociados

Los estudios apuntan que entre los 9 y los 14 años hay un uso importante de videojuegos y que hacia los 14-15 años es cuando se dan los cuadros más severos. Los afectados suelen tener problemas asociados como trastornos de conducta, de personalidad o depresión. (Unidad de conductas adictivas en adolescentes del servicio de psiquiatría y psicología infantil y juvenil del Hospital Clínic de Barcelona).

Se trata de jóvenes que pueden pasar cuatro y cinco horas diarias conectados a la red y que pueden llegar a hacer “sesiones de 20 horas seguidas sin levantarse de la silla”, relata Susana Jiménez, psicóloga clínica y responsable de la unidad de juego patológico y otras adicciones comportamentales del Hospital de Bellvitge.

Cuando los adolescentes llegan a la consulta reconocen que llevan años sin comer con la familia o que han llegado a “perder el control de los esfínteres” ante la imposibilidad de despegarse de la pantalla. Los hay que descuidan su higiene personal.

Detección temprana del trastorno por videojuego en niños

díde, ayuda a madres y padres a observardetectar, identificar las señales que indican un posible abuso significativo de las nuevas tecnologías. Es importante prevenir los posibles problemas derivados del uso de las nuevas tecnologías en los niños y adolescentes para que gocen del bienestar que les corresponde en su etapa de crecimiento.

DIDE en Cadena Cope sobre el uso y abuso de los videojuegos y redes sociales. ¿Cómo detectar los indicios y prevenir un uso desadaptativo?



https://www.youtube.com/watch?time_continue=9&v=VsaCHB28dcQ


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